Llaman ladrona a Dayci Faibre Montoya
Pues no hay fecha que no se cumpla, ni plazo que no se llegue, lo cierto es que los nautecos están contentos de que ya se fue Daicy Faibre Montoya, quién para muchos ya era una piedra en el zapato como alcaldesa de ese lugar.
Pero tal parece que la pesadilla aún no termina para algunos, dado que varios de sus allegados, por recomendaciones diabólicas de esta persona, regresaron el lunes 2 de enero al palacio municipal hablando pestes de su ex jefa, quién les dijo que se presentarán a laborar, y que si no eran aceptados por el actual gobierno, que levantarán una supuesta acta administrativa para demandar laboralmente a la actual administración, ya que ellos no podrían ser despedidos sin una liquidación legal.
Afortunadamente funcionarios de primer nivel del ayuntamiento de Nautla pudieron dialogar con algunos ex trabajadores de la pasada administración, quiénes reconocieron públicamente que fueron enviados para provocar desmanes.
Lo bueno de todo esto es que Daicy Faibre ya se fue. Que la pesadilla ya se terminó. Y que aquellos que antes se desbordaban hablando pura chulada de ella, ahora mostraron el cobre hablando pestes de la que llamaban amiga y les pagaba una cantidad de dinero de manera quincenal.
***Por cierto, un ex regidor del ayuntamiento de Nautla no bajó a la ex alcaldesa de ese municipio de ladrona, ya que dice tiene que aclarar en dónde quedó una máquina que fue robada a principios de su administración, y la cual hasta la fecha no aparece.
* Y ya hablando de este gran personaje veracruzano, sus paisanos aún se preguntan qué hizo con los cientos de miles de pesos que dejó de ganancias los dos bailes populares que organizó en el mes de noviembre.
Daicy Faibre Montoya, aún tiene muchas cuentas que aclarar en el municipio de Nautla, dónde dejó muchas promesas incumplidas, y dónde presumió estar muy bien parada con el secretario de gobierno, el cual por cierto ahora tendrá que explicar porque se ha ordenado a los policías de la Secretaría de Seguridad Pública retirarse de esa zona. Al tiempo.
Por José Prigadaá Andrade